domingo, 19 de abril de 2015

Municipios insumisos al TTIP

Ya son 26 municipios del estado español los que han dicho NO al TTIP. Lo han aprobado en sus plenos municipales. Rivas, en Madrid, es uno de ellos. El 30 de octubre del pasado otoño, se declararon “insumisos y opuestos al TTIP”. Sólo votaron la moción los 13 concejales de Izquierda Unida, que gobierna esta localidad lindante a la capital y tiene más de 80.000 habitantes, pero fueron suficientes porque IU tiene mayoría absoluta. El Ayuntamiento de Rivas, como todos los ayuntamientos insumisos, insta al Ministerio de Economía a la suspensión de las negociaciones del TTIP y otros acuerdos comerciales similares “con la finalidad de conseguir (entre otras cosas) defender la actual política reguladora de la Unión Europea y de sus Estados de manera que no se pierdan competencias en materias de legislación social, protección al consumidor y medio ambiente”. Una de las mayores amenazas de este Acuerdo Trasatlántico de Libre Comercio es que el poder que otorga a las grandes multinacionales, por encima de los gobiernos nacionales, y con posibilidad de llevar a éstos a Comisiones de arbitraje cuando consideren que se pueden ver perjudicados sus intereses económicos. 

Otra ciudad de 60.000 habitantes, esta vez en Bélgica, se declaraba “zona de exclusión del TTIP” en diciembre del año pasado. En esta ocasión, con una particularidad: en la ciudad de Tournai la decisión se tomó por unanimidad, y tras un debate político como nunca se había visto en la ciudad, según declaró su alcalde. Hasta los liberales votaron contra el TTIP. Tournai vive de la agricultura, de la minería y canteras de piedra, además de la innovación tecnológica y el turismo.

Antes de Tournai, en Francia ya había más de 20 localidades, entre ellas Grenoble y Besançon, y cuatro regiones que se habían declarado zona de exclusión del “tratado vampiro” como se le conoce en la campaña contra el TTIP. Una de esas regiones es la de Nord-Pas de Calais, al norte del país, en la que se inspiraron quienes tomaron la iniciativa en la ciudad Belga. El impacto mediático que tubo la resolución de Tournai hizo que otros ayuntamientos de la región la tomaran como referencia. Y así la campaña y las ciudades se van ampliando. 

Es cierto que la iniciativa no tiene un impacto jurídico real, pero tiene un gran carácter político y sirve para llevar el debate a las instituciones y a la ciudadanía, en unas negociaciones caracterizadas por su opacidad, hasta el punto de que ni los europarlamentarios pueden tener acceso libre a la documentación. Precisamente una de las demandas de la moción de rechazo al TTIP es que se haga pública toda la información y se abra un debate abierto en la Unión Europea y en sus respectivos parlamentos nacional. 

Volviendo al estado español, el PP no ha llegado a votar a favor de la resolucción, pero sí lo ha hecho el PSOE en algunas ocasiones, que uniéndose a los votos de IU ha permitido declarar insumisos al TTIP a las localidades de Albolote en Granada (la única localidad de exclusión en Andalucía); de Alhama en Murcia; y de Alfafar y L´Eliana en Valencia, entre otros sitios. Esa postura del PSOE en el ámbito local se ha repetido en otros plenos, como en Palencia, a sabiendas de la imposibilidad de sacarla adelante con la mayoría absoluta del PP, mientras que en Rivas se abstuvieron.

Todavía no hay ninguna capital de provincia libre de la amenaza del vampiro. Se ha intentado también en Toledo, Alicante, Albacete y Castellón de la Plana, con el mismo rechazo que en Palma de Mallorca, pero con el logro de sacar el debate a la luz pública.

La moción europea, además de denunciar la falta de transparencia y de exigir ser informados de cómo el tratado va a afectar a la ciudadanía, alerta sobre la amenaza que supone el intento de liberalización total de los servicios públicos que persigue el TTIP con su consiguiente “desmantelamiento y supresión de libertades de los poderes locales para suministrar los servicios públicos y satisfacer las necesidades sociales de sus poblaciones, atendiendo a políticas y planes de desarrollo industrial y de mantenimiento de la industria y empleo locales. En este sentido, la moción aprobada por decenas de municipios y regiones europeas, argumenta que “las administraciones locales al estar cerca de las necesidades de sus pueblos, tienen el deber de injerencia respecto a lo que trama el TTIP, y un deber de respuesta, si no quieren verse acusadas de no ayudar a la población y al planeta en peligro”. También reivindican ser los canales adecuados para promover los servicios públicos y la industria y empleos locales en nombre del interes común.

De momento, en Asturias hay cuatro municipios libres de TTIP: Mieres, Siero, Castrillón y Bimenes. En Navarra tres: Alsasua, Berriozar y Burlada. Otras tres en Baleares: Artà, Pollença y Es Mercandal. Ocho en Cataluña: Gavà, Polinyà, El Prat de Llobregat, Montcada i Reixac, Rubí, Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Blanes (Girona). Euskadi tiene dos: Orendain y Pasaia (Guipuzkoa). También son insumisos Carcaboso, en Extremadura, y Agüimes en Canarias.

Como explica Pablo Jiménez, que representa a IU en la campaña estatal contra el TTIP, en vísperas de las elecciones, la mociones se han parado a la espera de que los resultados de mayo den una correlación de fuerzas más favorable a seguir aumentando los municipios insumisos. 

De momento la gran cita internacional es el 18 de abril, Día de Acción Global contra los Tratados de Libre Comercio #18AnoalTTIP, con decenas de acciones por toda Europa y al otro lado del Atlántico, como ya se hizo el pasado 11 de octubre.

También continúa la recogida de firmas de la Iniciativa Ciudadana Europea, que ya ha superado las 1.650.000 y aspira superar los dos millones para octubre. Se puede firmar a través de la web  https://stoptafta.wordpress.com/mobilisations

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