jueves, 4 de diciembre de 2014

Prosistema o antisistema

Hay que reconocer que hemos perdido en la batalla cultural, el uso del lenguaje les pertenece.

En el planeta en 2013 sobreviven 7.136.796.000 de seres humanos, al ser éste un ser sociable se agrupa en comunidades en las que es necesario poner unas normas básicas de convivencia.

Existen a nuestro entender cuatro sistemas políticos básicos: Anarquismo, Socialismo, Capitalismo y Comunismo, que es al que queremos llegar.


Actualmente en Occidente nos organizamos en unas democracias liberales de libre mercado, amparadas dentro del Sistema Capitalista, pero existen y han existido muchas otras formas de estado dentro del capitalismo como: Monarquía, República, Dictadura, Cleptocracia, Democracia, etc...

Este sistema capitalista tiene sus leyes y normas, las más importantes son: la consagración de la propiedad privada que no es otra cosa que mantener en unas pocas manos los medios de producción, siendo así que el/la trabajador/a siempre tiene que vender su fuerza de trabajo a cambio de recibir un salario que nunca tendrá el valor del producto realizado, al quedarse el capitalista la plusvalía pertinente, materializándose así la explotación capitalista. La ley de la oferta y la demanda, que no es otra cosa que si un producto tiene mucha demanda sube el precio y si no tiene demanda baja, si en el sistema hay mucha oferta de un producto baja el precio y si es al contrario sube.

Pero, ¿qué pasa si un pequeño grupo compra toda la producción de trigo?
El precio se dispararía, esta gente lo pondría en el mercado poco a poco para mantener alto el precio y obtener grandes beneficios aunque sea a costa de que personas sufran hambre, desnutrición y muerte, el sistema no tiene sentimientos.

Otra ley es la de la mano invisible que dice que los mercados se regulan solos, pero esa se cae por si misma, la burbuja inmobiliaria que puso en marcha el gobierno de Aznar demuestra que la liberalización del mercado solo conduce a procesos especulativos y cuando se termina, la fiesta la pagan los de siempre, los ciudadanos a base de subidas de impuestos y recortes en derechos sociales para capitalizar el agujero creado por la especulación sin escrúpulos.

El motor de este sistema es el consumo, nos crean unas necesidades irreales, nos venden que con una casa mas grande, un coche más potente y un móvil de última generación seremos felices (siempre pensamos que mañana seremos más felices y así pasamos la vida sin darnos cuenta que la felicidad es disfrutar el presente). Para conseguir eso trabajamos mas y mas, si te bajas de esa espiral o no encuentras acomodo el sistema te margina, te expulsa sin miramientos, ya no eres una unidad de consumo, ya no eres uno de los suyo

Si analizas de una forma sicológica el sistema, el diagnostico será sicópata, comportamiento antisocial, empatía y remordimientos nulos, tendencia a cosificar a los seres vivos, continua violación de derechos y normas sociales. Algunos ejemplos son las 11 personas que mueren en nuestro país de hepatitis C habiendo tratamiento, los despidos de trabajadores por parte de empresas con beneficios sin ninguna empatía ni remordimiento. Los datos de pobreza solo son números para este sistema que nos convierte en datos, en cosas sin importancia, solo importa el dinero. Las garantías positivas de esta constitución sufren una continua violación y las normas sociales solo son para los pobres, las clases dominantes se las saltan a diario y sin ningún pudor.

En definitiva, estamos gobernados por unos mercados sicópatas. El Sistema se mantiene y sobrevive gracias a la hegemonía cultural, tiene a su disposición periódicos, radios, televisiones, industria del cine, ha integrado cualquier manifestación cultural. Para este último fin el sistema cuenta con el apoyo de la iglesia católica, experta en la integración de cualquier manifestación cultural pagana (el solsticio de verano: San Juan, solsticio de invierno: día de la Natividad, Samain: día de todos los santos, etc.). A la iglesia, a pesar de ser una institución marcada por el arraigo de tradiciones ancestrales, no le importa aceptar cambios sustanciales cuando de beneficios se trata al igual que el sistema capitalista, todos recordamos el cambio de “perdona nuestras deudas” por el “perdona nuestras ofensas” en el padre nuestro, o algunos siglos antes el suprimir el pecado de usura para poder bendecir así los negocios de la banca e incluso crear su propia banca.

Es cierto que hemos perdido la batalla, pero nunca se pierde del todo la guerra de las ideas, el fin de la historia no ha llegado, en momentos de crisis sistémica se abre una ventana de oportunidades que es necesario aprovechar, el capitalismo se está reorganizando y aun falta mucho para que podamos anunciar: -“cautivo y desarmado el partido del Ibex 35, han alcanzado los trabajadores sus últimos objetivos, la guerra ha terminado''. Pero es una prueba de su debilidad cuando el enemigo se ve obligado a usar tu lenguaje, es el principio del fin del dominio cultural. Por eso viviendo en un mundo en el que este sistema condena a muerte a 11 niños por minuto y no es una errata, a 11 niños al minuto por desnutrición y enfermedades curables.Cuando se permite solo en nuestro país 500 desahucios al día, cuando el 1% de la población mundial, es decir 71.367.960 de personas poseen el 50% de la riqueza mundial y vemos que la desigualdad entre ricos y pobres sigue creciendo, los que deben dar explicaciones son los que se declaran pro-sistema.

Usted como se declara?
Yo antisistema y con orgullo.
                                         Agrupación local del PCE Almansa

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