El Tratado Transatlántico de Comercio e
Inversiones (más conocido como TTIP) es una de las principales amenazas que
se cierne sobre el medio ambiente duramente castigado, así como a las condiciones de vida, trabajo y haciendas, ya fuertemente depauperadas de las mayorías
obreras y populares del estado español y del resto de Estados miembros de la UE.
Una amenaza cuyas dimensiones ya parecen
adivinarse, pese a la opacidad en la que hasta el momento se han
desarrollado las negociaciones entre la Comisión Europea y el Departamento de
Comercio de los EEUU de Norteamérica, cuyas consecuencias nada tienen que ver
con las vacuas y cínicas promesas que una y otra vez las autoridades europeas
se han obstinado en pregonar desde sus púlpitos comunitarios.
La eliminación de barreras y aranceles, o en
otras palabras, la amortización de los respectivos marcos regulatorios que
rigen los sectores económicos, serán los trabajador@s quienes sientan de forma mas
brutal sus resultados.
De manera difícilmente reversible, buena parte
de la normativa nacional y comunitaria en materia laboral, y particularmente
toda aquella referida a la salud y seguridad en el trabajo desaparecerá, y en
su lugar nacerá una regulación creada a imagen y semejanza de las leyes norteamericanas,
fuertemente restrictivas.
Los monopolios estadounidenses, cuyo país ni tan
siquiera ha ratificado algunos de los más básicos convenios de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo) encontrarán en los países pertenecientes a la UE, entre
ellos España el marco idóneo para el
desarrollo de una explotación aún más atroz que la que ya existe.
El escaso derecho a la libertad sindical, tal y
como lo conocemos en la actualidad desaparecerá, llevándose consigo el derecho
a huelga y dando paso a un escenario de desprotección total en los centros de
trabajo, para más inri, buena parte del ya maltrecho tejido industrial del
estado español será incapaz de hacer frente a la competencia estadounidense,
arrojando a miles de personas a las filas del desempleo, y aquella industria que consiga no cerrar o verse absorbida por los grandes monopolios lo hará aprovechando las nuevas
oportunidades que ofrece una regulación laboral tan lesiva para l@s
trabajadores, sometiéndose a niveles de explotación inéditos hasta la fecha.
Algunos desmoralizados dirán que todo esto
sucederá inmediatamente y puede que así sea, pero existe una fuerza ciclópea,
de tal magnitud que es y será capaz de tirar por tierra tan aviesas intenciones,
esa fuerza no es otra que la clase obrera en su conjunto y su herramienta el
Partido Comunista , y no se entregara tan fácilmente al sometimiento y al
latrocinio que la UE nos depara.
AGRUPACIÓN LOCAL PCE ALMANSA
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